El 29 de marzo ocurrió un evento sui generis en la continuidad del tiempo. El lugar: el Salón de Cabildos de Atlacomulco. El sujeto de esta paradoja temporal: el Lic Salvador Díaz Ramírez, tercer regidor de este ayuntamiento.
Aquí la historia.
Ese día se discutió y aprobó el Plan de Desarrollo Municipal, cosa importante por sí misma. Ese día, también, el regidor tuvo una experiencia que rompió las formas normales del tiempo.
El asunto de fondo en estos asuntos de Cronos, es que el Lic. Díaz aseguró que: "...el soporte de Cabildo llegó a su correo electrónico a las 03:25 de la tarde mismo que es voluminoso y tardó en descargarlo, por lo que para el estudio del documento fue poco tiempo y menciona que si no está enterado del contenido ¿va a aprobar algo que desconoce?..."
Por motivos tan loables como estos, el tercer regidor de Atlacomulco solicitó que se postergara la decisión de aprobar el Plan de Desarrollo Municipal.
Si uno no tiene el contexto de este tipo de cosas, igual pensaría "oh, que servidor público tan cumplido y responsable".
Pero, el séptimo regidor, David Fuentes Amador -que algo sabrá de computadoras, ya que es ingeniero electrónico- expresó dos cosas: una, que el citado archivo no tardaba más de 3 minutos en descargarse y, dos, que en otras ocasiones se habían aprobado asuntos similares en menos de 3 horas sin ningún problema.
¿Los resquemores del Lic. Díaz tenían sustento? Conocedor de las leyes y reglamentos -o al menos eso se supondría- dada su actividad dentro de la política, es raro que saliera con esas barrabasadas. No olvidemos que ya en la administración 2009-2012 ocupó la novena regiduría, en ese entonces por el PAN.
Y es que en la Ley Orgánica Municipal se dice lo siguiente:
Artículo 122.- El Plan de Desarrollo y los programas que de éste se deriven, serán
obligatorios para las dependencias de la administración pública municipal, y en general para las entidades públicas de carácter municipal.
Los planes y programas podrán ser modificados o suspendidos siguiendo el mismo procedimiento que para su elaboración, aprobación y publicación, cuando lo demande el interés social o lo requieran las circunstancias de tipo técnico o económico.
¿La computadora le jugó las contras al regidor?, ¿cayó en una dimensión extraña, donde el tiempo se modifica en forma distinta a la medida terrenal?, ¿fue un afán de protagonismo como ocurre en, prácticamente, cada Sesión de Cabildo, donde se tiene que hacer notar sea como sea?
Quién sabe.
En El Milagro Secreto, el maestro argentino Jorge Luis Borges narra cómo, en la mente de su protagonista, un segundo se extiende tanto como un año. Es una gracia concedida por Dios antes de la muerte.
En la mente del Lic. Díaz ocurrió al revés, 3 minutos se convirtieron en horas. Sin duda, fue otra gracia concedida para lucirse ante sus compañeros regidores.
Por cosas como estas, y por sus milagrosas curaciones de ciática, bienaventurado sea...
****EL PRESENTE TEXTO ES PROPIEDAD DE LEVIZ DIGITAL****
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