No, no es denigrante ni estamos para ser políticamente
correctos. Una verdadera cucaracha humana hizo su presentación ante el público
y lo hizo, además, exponiendo toda la mugre que podía acumular.
El asunto era ordinario. En la Revista d´interés se planteó
hacer un beneficio social. Informar sobre una chica que había perdido sus
lentes. Qué bien. El asunto de las graduaciones y el costo de la armazón ponen
a temblar a cualquiera.
Por cierto, la chica en cuestión ofrecía una recompensa. Un
incentivo en caso de que alguien pudiera ayudarla.
Y aquí es donde la oportunista cucaracha hace su aparición, enviando un
mensaje para ponerse en contacto con ella.
Como evidentemente el asunto no era mostrar buena voluntad,
sino obtener beneficio económico (pinche hambread@) la cucaracha humana sigue
en plan de cacería, exhibiendo con gracia su falta de la más elemental
dignidad, quejándose porque , ante la perspectiva de perder la recompensa o realizar una buena acción, mejor “tira los lentes”
Barater@ de ocasión (...si vas a ser ambicioso, al menos
deberías serlo por una buena cantidad...), todavía tenemos la oportunidad de ver
su pequeñez moral o su inmensa estatura de cucaracha…a saber…
Pero bueno, seamos positivos.
Esto nos demuestra que las cucarachas humanas existen y
están más cerca de nosotros de lo que desearíamos, lo cual maravillará a más de un zoólogo.
En fin, mientras reflexionamos sobre esto, deseo hacer
llegar a la cucaracha humana (cuyo número telefónico aparece en las imágenes)
una elegante, pero al mismo tiempo cálida, mentada de madre:
fiufiufiufiufiuuuuuuu
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